El
eclipse
Augusto
Monterroso
Cuando fray Bartolomé
Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva
poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su
ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso
morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la
España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos
Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba
en el celo religioso de su labor redentora.
Al despertar se
encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían
a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho
en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.
Tres años en el país le habían conferido un mediano
dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron
comprendidas.
Entonces floreció en él
una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su
arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un
eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel
conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
-Si me matáis -les
dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
Los indígenas lo
miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que
se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.
Dos horas después el
corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la
piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado),
mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa,
una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y
lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en
sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.
El dinosaurio
audio con la voz de Tito Monterroso
Augusto
Monterroso Bonilla (Tegucigalpa, Honduras; 21 de diciembre
de 1921-Ciudad de México, México; 7 de febrero de 2003), más conocido como Tito
Monterroso, fue un escritor hondureño, nacionalizado guatemalteco,
conocido por sus relatos breves.
Biografía
Augusto Monterroso nació
el 21 de diciembre de 1921 en Tegucigalpa, la capital de Honduras, hijo del
guatemalteco Vicente Monterroso y de la hondureña Amelia Bonilla. Pasó su
infancia y adolescencia en Guatemala, país que consideró clave en su formación,
y quedamos así mismo hizo su patria:
El
medio y la época en que me formé, la Guatemala de los últimos treinta y los
primeros cuarenta, del dictador Jorge Ubico y sus catorce años de despotismo no
ilustrado, y de la Segunda Guerra Mundial, contribuyeron sin duda a que actualmente
piense como pienso y responda al momento presente en la forma que lo hago.
Al estallar en 1944 las
revueltas contra el dictador Jorge Ubico, Monterroso desempeñó un activo papel,
lo que le llevó a la cárcel al tomar el poder el general Federico Ponce Vaides,
pero en septiembre logró escapar de prisión y pidió asilo en la embajada de
México. Tras la revolución de octubre en Guatemala, encabezada por Jacobo
Arbenz, Monterroso fue designado para un cargo en el consulado de Guatemala en
México, donde permaneció hasta 1953. Tras la caída de Arbenz se exilió en
Chile, donde trabajó como secretario de Pablo Neruda, para retornar a México en
1956, país en el que iba a establecerse definitivamente.
Narrador y ensayista,
empezó a publicar sus textos a partir de 1959, año en que se publicó la primera
edición de Obras completas (y otros
cuentos), conjunto de incisivas narraciones donde comienzan a notarse los
rasgos fundamentales de su narrativa: una prosa concisa, breve, aparentemente
sencilla que sin embargo está llena de referencias cultas, así como un
magistral manejo de la parodia, la caricatura, y el humor negro.
Tito,
como lo llamaban sus allegados, el gran escritor de cuentos y fábulas breves,
falleció de un paro cardíaco el 7 de febrero de 2003. Estuvo casado con la
escritora de origen libanés Bárbara Jacobs,
quien en el 2008 donó su legado artístico a la Universidad de Oviedo.
Obra y crítica
Es considerado como uno
de los maestros de la mini-ficción y, de forma breve, aborda temáticas complejas
y fascinantes, con una provocadora visión del mundo en el universo, haciendo
habitual la sustitución del nombre por el apócope. Entre sus libros destacan,
además: La oveja negra y demás fábulas
(1969), Movimiento perpetuo (1972),
la novela Lo demás es silencio
(1978); Viaje al centro de la fábula
(conversaciones, 1981); La palabra mágica
(1983) y La letra e: fragmentos de un
diario (1987). En 1998 publicó su colección de ensayos La vaca.
Su composición Cuando despertó, el dinosaurio todavía
estaba allí se consideraba el microrrelato más breve de la literatura
universal hasta la aparición de El
emigrante, de Luis Felipe Lomelí. Se ha incluido en una docena de
antologías y se ha traducido a varios idiomas, además de tener una edición
crítica de Lauro Zavala titulada El
dinosaurio anotado. Con razón, Monterroso aseveró sobre este micro-relato
que "sus interpretaciones eran tan infinitas como el universo mismo".
En 1970, ganó el premio Magda Donato;
en 1975, el Premio Xavier Villaurrutia,
por Antología personal, y en 1988 se
le entregó la condecoración del Águila
Azteca, por su aporte a la cultura de México. Fue galardonado con el Premio FIL de Literatura en Lenguas
Romances (México) en 1996. En 1997 el Ministerio de Cultura y Deportes de
Guatemala le otorgó el Premio Nacional de
Literatura "Miguel Ángel Asturias". En 2000 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en
reconocimiento a toda su carrera.En las palabras del jurado: «su obra narrativa y ensayística constituye
todo un universo literario de extraordinaria riqueza ética y estética, del que
cabría destacar un cervantino y melancólico sentido del humor. (...) Su obra
narrativa ha transformado el relato breve».
Obras
Obras completas (y
otros cuentos) (1959)
La oveja negra y demás
fábulas (1969)5
Movimiento perpetuo
(cuentos, ensayos y aforismos, 1972)
Lo demás es silencio
(novela, 1978)
Viaje al centro de la
fábula (entrevistas, 1981)
La palabra mágica
(cuentos y ensayos, 1983)
La letra e: fragmentos
de un diario (1987)
Los buscadores de oro
(autobiografía, 1993)
La vaca (ensayos, 1998)
Pájaros de
Hispanoamérica (antología, 2002)
Literatura y vida
(cuentos y ensayos, 2004)
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