Los
jugadores de ajedrez
Fernando
Pessoa
Oí contar que otrora,
cuando Persia libraba no sé cuál guerra, cuando la invasión ardía en la ciudad
y las mujeres gritaban, dos jugadores de ajedrez jugaban su juego continuo. A
la sombra de amplio árbol miraban el tablero antiguo y, junto a cada uno,
esperando sus momentos más holgados, cuando había movido la pieza, y ahora
esperaba al oponente, un búcaro con vino refrescaba su sobria sed.
Ardían casas, saqueadas
eran arcas y paredes; violadas, las mujeres eran puestas contra los muros
caídos; atravesados por lanzas, los niños eran sangre en las calles. Pero donde
estaban, cerca de la ciudad y lejos de su ruido, los jugadores de ajedrez jugaban
el juego del ajedrez.
Aunque con los mensajes
del yermo viento les llegaran los gritos y, al pensar, supiesen desde el alma
que por cierto las mujeres y las tiernas hijas eran violadas, en esa distancia
próxima, en el momento en que lo pensaban, una sombra ligera les pasaba por su
frente ajena y vaga… pronto sus ojos tranquilos volvían su atenta confianza al
viejo tablero.
Cuando el rey de marfil
está en peligro, ¿qué importan la carne y el hueso de las hermanas y de la
madre y de los niños? Cuando la torre no cubre la retirada de la reina blanca,
el saqueo poco importa. Y cuando la mano confiada pone en jaque al rey del
adversario, poco pesa en el alma que allá lejos estén muriendo hijos.
Aunque, de repente,
sobre el muro surja la sañuda cara de un guerrero invasor, y pronto deba
ensangrentado caer allí el solemne jugador de ajedrez, antes de ese momento —es
aún dado al cálculo de un lance para el efecto horas después— se entrega
todavía al juego predilecto de los grandes indiferentes.
Caigan ciudades, sufran
pueblos, cesen la libertad y la vida, los bienes heredados y protegidos ardan y
que sean arrebatados, más cuando la guerra interrumpa la partida, esté el rey
sin jaque, y el peón de marfil más avanzado dispuesto a tomar la torre.
Ante
la puesta de sol
Ayer por la tarde, un
hombre de ciudad hablaba ante la puerta de la posada. También hablaba conmigo.
Hablaba de la justicia y de la lucha por la justicia, y de los obreros que
sufren, y del trabajo constante, y de los que pasan hambre, y de los ricos, que
tienen anchas las espaldas por eso.
Y al mirarme vio
lágrimas en mis ojos y sonrió complacido, creyendo que sentía el odio que él
sentía y la compasión que él decía que sentía.
Pero yo apenas lo
escuchaba. ¿A mí qué me importan los hombres y lo que sufren, o suponen que
sufren? Que sean como yo, y no sufrirán. Todo el mal del mundo viene de que a
unos les importen los otros, sea para hacer el bien, sea para hacer el mal.
Nuestra alma y el cielo y la tierra nos bastan. Querer más es perderlos y ser
desgraciados.
Lo que estaba pensando
mientras el amigo de los hombres hablaba (y eso me había conmovido hasta las
lágrimas) era en cómo el murmullo lejano de los cencerros, aquel atardecer, no
parecía las campanas de una ermita donde fueran a misa las flores y los regatos
y las almas sencillas como la mía.
Alabado sea Dios, que
no soy bueno y tengo el egoísmo natural de las flores y de los ríos que siguen
su camino preocupados sin saberlo tan solo por florecer e ir discurriendo. Es
esta la única misión que hay en el mundo, esta: existir claramente y saber
hacerlo sin pensar en ello.
El hombre había
callado, y miraba la puesta del sol. Pero ¿qué tiene que ver con la puesta del
sol quien odia y ama?
Fernando
António Nogueira Pessoa, más conocido como Fernando
Pessoa (Lisboa, Portugal; 13 de junio de 1888- Lisboa, Portugal; 30 de
noviembre de 1935) fue un poeta y escritor portugués, considerado uno de los
más brillantes e importantes de la literatura mundial y, en particular, de la
lengua portuguesa.
Tuvo una vida discreta,
centrada en el periodismo, la publicidad, el comercio y, principalmente, la
literatura, en la que se desdobló en varias personalidades conocidas como
heterónimos. La figura enigmática en la que se convirtió motiva gran parte de
los estudios sobre su vida y su obra.
Habiendo vivido la
mayor parte de su juventud en Sudáfrica, donde estudió hasta 1905, la lengua
inglesa tuvo gran importancia en su vida, pues Pessoa traducía, trabajaba y
pensaba en ese idioma. De día, Pessoa se ganaba la vida como traductor. Por la
noche, escribía poesía: no escribía «su» propia poesía, sino la de diversos
autores ficticios, diferentes en estilo, modos y voz. Publicó bajo varios
heterónimos —de los cuales los más importantes son Alberto Caeiro, Álvaro de
Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis—, e incluso publicó críticas contra sus
propias obras, firmadas por sus heterónimos.
Murió por problemas
hepáticos a los 47 años en la misma ciudad en que naciera, dejando una
descomunal obra inédita que todavía suscita análisis y controversias
Biografía
Si
después de morirme
quisieran escribir mi biografía
no hay nada más sencillo.
Tiene sólo dos fechas
la de mi nacimiento y la de
mi muerte.
Entre una y otra todos los
días son míos.
Fernando
Pessoa/Alberto Caeiro; Poemas
Inconjuntos; Escrito entre 1913-15; publicado en Atena nº 5, febrero de 1925
Juventud en Durban
Fernando Pessoa nació a
las 15:20:53 del 13 de junio de 1888 en Lisboa. El parto tuvo lugar en el
cuarto izquierdo del nº 4 del Largo de São Carlos, frente a la Ópera de Lisboa (Teatro de São Carlos).
Su padre, de 38 años, fue Joaquim de Seabra Pessoa, funcionario público del
Ministerio de Justicia, y crítico musical del periódico Diario de Notícias, y natural de Lisboa. Su madre, de 26 años, fue
Maria Magdalena Pinheiro Nogueira, natural de Isla Terceira (Azores). Vivía con
ellos su abuela Dionísia, enferma mental, y dos criadas ancianas, Joana y
Emília.
Fue bautizado el 21 de
julio en la Iglesia de los Mártires, en
el Chiado. Los padrinos fueron su tía Anica (D. Ana Luísa Pinheiro
Nogueira, tía materna) y el General Chaby. El nombre de pila, Fernando António,
se encontraba relacionado con San Antonio, del cual su familia reclamaba el
linaje con Fernando de Bulhões, nombre de pila de San Antonio, cuyo día
tradicionalmente consagrado en Lisboa es el 13 de junio, día en que Fernando
Pessoa nació.
Varios hechos marcaron
su infancia. Su padre muere a las cinco de la mañana de un 24 de julio, con 43
años, víctima de la tuberculosis. El fallecimiento es notificado por el Diário de Notícias del día. Joaquim de
Seabra Pessoa dejó mujer y dos hijos, Fernando con sólo cinco años y su hermano
Jorge, que fallecería al año siguiente sin cumplir un año. La madre se ve
obligada a subastar parte de los muebles y la familia se muda a una casa más
modesta, en el tercer piso del nº 104 de la Calle de São Marçal. Es también en
ese período en el que surge su primer pseudónimo, Chevalier de Pas, hecho relatado por él mismo a Adolfo Casais
Monteiro, en una carta del 13 de enero de 1935, en la que habla extensamente
sobre el origen de los heterónimos. Ese mismo año crea su primer poema, un
poema corto con el epígrafe infantil de A
mi querida mamá. Su madre se casa por poderes en segundas nupcias en 1895,
en la Iglesia de São Mamede de Lisboa con el comandante João Miguel Rosa,
cónsul de Portugal en Durban, a quien había conocido hacía un año. En África
Pessoa demostraría desde muy pronto sus habilidades para la literatura.
Por causa de esa boda
se mudan a Durban (República de Sudáfrica, entonces colonia británica de Natal)
junto a un tío abuelo, Manuel Gualdino da Cunha, en la que pasa la mayor parte
de su juventud. Viajan en el navío portugués
Funchal hasta Madeira y después en el paquebote inglés Hawarden Castle hasta el Cabo de Buena Esperanza. Teniendo que
compartir la atención de la madre con los demás hijos del padrastro, Pessoa se
aísla, lo que le permite tener momentos de introspección. En Durban recibe una
educación británica, lo que le proporciona un profundo contacto con la lengua
inglesa. Sus primeros textos y estudios están redactados en ese idioma.
Mantiene contacto con la literatura inglesa a través de autores como
Shakespeare, Edgar Allan Poe, John Milton, Lord Byron, John Keats, Percy
Shelley, Alfred Tennyson, entre otros. El inglés le permitiría trabajar como
correspondiente de comercio en Lisboa, además de emplear el idioma en alguno de
sus escritos y de traducir trabajos de poetas ingleses, como El Cuervo y Annabel Lee de Edgar Allan Poe. De hecho, con excepción de Mensagem, los únicos libros publicados
en vida por Fernando Pessoa fueron las colecciones de poemas en inglés: Antinous e 35 Sonnets y English Poems I - II e III, escritos
entre 1918 y 1921.
Cursa la primaria en la
escuela de monjas irlandesas de West Street, donde realiza su primera comunión
y recorre en tres años el equivalente a cinco cursos. En 1899 ingresa en la Durban High School, donde permanecerá
durante tres años y será uno de los primeros alumnos de su promoción, y donde
creará el heterónimo Alexander Search,
con el cual se envía cartas a sí mismo. En el año 1901 aprueba con distinción
su primer examen de la Cape Scholl High
Examination y escribe sus primeros versos en inglés. En esa mismo año muere
Henriqueta, su hermana, con dos años. En 1901 parte de vacaciones con su
familia a Portugal. En el barco en el que viajan (el paquebote König) va el cuerpo de su hermana
fallecida. En Lisboa vive con la familia en Pedrouços y después en la Avenida
de D. Carlos I, n. º. 109, 3º izquierda. En la capital portuguesa nace João
Maria, cuarto hijo del segundo matrimonio de la madre de Fernando Pessoa.
Viajan todos a Isla Terceira, en las Azores, donde vive la familia materna.
Parten también a Tavira donde se detienen para visitar a los parientes
paternos. En esa época escribe el poema Cuando
ella pasa.
Fernando Pessoa permaneció
en Lisboa cuando el resto de la familia se traslada de nuevo a Durban: la
madre, el padrastro, los hermanos y la criada Paciência que había venido con
ellos. Regresa sólo a África en el vapor Herzog.
En esa época intenta escribir novelas en inglés y se matricula en la Commercial School. Estudia allí por la
noche, mientras por el día se dedica a disciplinas humanísticas. En 1903, se
presenta a las pruebas de ingreso para la Universidad
del Cabo de Buena Esperanza. En el examen de admisión no obtiene una buena
clasificación, pero obtiene la mejor entre los 899 candidatos en el ensayo de
estilo inglés. Recibe por eso el Queen
Victoria Memorial Prize («Premio Reina Victoria»). Un año después
nuevamente se matricula en la Durban High
School donde frecuenta el equivalente a un primer año universitario.
Profundiza su cultura leyendo clásicos ingleses y latinos; escribe poesía y
prosa en inglés y surgen los heterónimos Charles
Robert Anon y H. M. F. Lecher.
Nace su hermana Maria Clara y publica en el periódico del Liceo un ensayo
crítico titulado Macaulay. Finalmente
termina con éxito sus estudios en Sudáfrica tras realizar en la Universidad el
«Intermediate Examination in Arts», logrando buenos resultados.
Regreso definitivo a
Portugal e inicio de su carrera literaria
Dejando a su familia en
Durban, regresó definitivamente a la capital portuguesa, solo, en 1905. Pasa a
vivir con su abuela Dionísia y dos tías en la Calle Bela Vista, 17. La madre y
el padrastro también regresan a Lisboa durante un periodo de vacaciones de un
año durante el cual Pessoa vuelve a vivir con ellos. Continúa la producción de
poemas en inglés y en 1906 se matricula en el curso superior de letras, actual Facultad de Letras de la Universidad de
Lisboa, que abandona, a causa de una huelga estudiantil, sin siquiera haber
terminado el primer año. Es en esta época cuando entra en contacto con
importantes escritores de la literatura portuguesa. Se interesa por la obra de
Cesário Verde y por los sermones del Padre Antônio Vieira.
En agosto de 1907 muere
su abuela Dionísia, dejándole una pequeña herencia. Con ese dinero monta una
pequeña tipografía, que rápidamente quebró, en la Calle Conceição da Glória,
38-4.º, con el nombre de «Empresa Íbis — Tipografía Editora — Oficinas a
Vapor». A partir de 1908, se dedica a la traducción de correspondencia
comercial, un trabajo que se podría denominar como de "corresponsal
extranjero". En esa profesión trabajará toda su vida, teniendo una modesta
vida pública. En esa oficina conoce a una joven burguesa de 19 años, Ofélia
Queiroz, cuando tiene 31 años, y se le declara. Salen juntos durante casi un
año y mantienen correspondencia epistolar, pero la relación se ve interrumpida
por las extravagancias literarias del poeta, quien a veces firma sus cartas
como Álvaro de Campos, a quien Ofelia odia. Poco antes de romper, Pessoa le
escribe:
Toda mi vida gira en
torno a mi obra literaria, buena o mala, lo que sea, lo que pueda ser. Todos
(…) tienen que convencerse de que soy así, de que exigirme sentimientos —que
considero muy dignos, dicho sea de paso— de un hombre común y corriente es como
exigirme que sea rubio y con los ojos azules.
Inicia su actividad de
ensayista y crítico literario con la publicación, en 1912 en la revista
«Águia», del artículo La nueva poesía portuguesa sociológicamente considerada,
al que seguirán otros.
Empezó a traducir y a
escribir para la revista de vanguardia Orpheu (1915), Atena (dirigida por él mismo), Ruy
Vaz (a partir de 1924) o Presença
(en 1927). Su primer libro de poemas, Antinous,
apareció en inglés en 1918. En 1926 Pessoa requiere la patente de invención de
un Anuario Indicador Sintético, por
Nombres y Otras Clasificaciones, Consultable en Cualquier Lengua. En esta
época dirige junto con su cuñado la Revista
de Comercio y Contabilidad.
Su primera obra en
portugués, el poema patriótico Mensagem (Mensaje),
única que publicó en vida, no apareció hasta 1934.
Pessoa es internado el
día 29 de noviembre de 1935, en el Hospital de São Luís dos Franceses, con el
diagnóstico de "cólico hepático" (probablemente una colangitis aguda
causada por un cálculo biliar), falleciendo a causa de las complicaciones
posiblemente asociadas a una cirrosis provocada por el excesivo consumo de
alcohol a lo largo de su vida (a título de curiosidad, se sabe que era fiel al
aguardiente de la marca "Águia Real"). El día 30 de noviembre muere a
los 47 años. En los últimos momentos de vida pide sus gafas y clama por sus
heterónimos.
Su último texto escrito
estaba en inglés, idioma en que fuera educado:
I know not what tomorrow
will bring
No
sé lo que traerá el mañana...
La obra pessoana
Se puede afirmar que la
vida de Pessoa estuvo dedicada a crear y que, de tanto crear, creó también
otras vidas a través de sus heterónimos: ese fue su principal característica y
el principal interés de su personalidad, en apariencia tan pacata. Algunos
críticos se preguntan si Pessoa realmente habría revelado su verdadero yo, o si
en realidad no será todo un producto de su vasta creación. Al tratar temas subjetivos
y usar la heteronimia, Pessoa se convierte en extremadamente enigmático. Ese
enigma es el que motiva buena parte de las investigaciones sobre su obra. El
poeta y crítico brasileño Frederico Barbosa declara que Fernando Pessoa fue o
enigma em pessoa (con el doble
significado del enigma en Pessoa y el
enigma en persona). Escribió hasta su
mismo lecho de muerte. Tenía un interés esencialmente intelectual, pudiéndose
decir que su vida fue una constante divulgación de la lengua portuguesa, y en
palabras de su heterónimo Bernardo Soares:
Minha pátria é a língua portuguesa
(«mi patria es la lengua portuguesa»). O también a través de un poema:
Tenho
o dever de me fechar em casa no meu espírito e trabalhar quanto possa e em tudo
quanto possa, para o progresso da civilização e o alargamento da consciência da
humanidade.
Tengo
el deber de encerrarme en la casa de mi espíritu y trabajar cuanto pueda y en
todo cuanto pueda para el progreso de la civilización y el ensanchamiento de la
conciencia de la humanidad.
Parafraseando el lema
de la Liga hanseática, Navigare necesse
est, vivere non necesse (navegar es necesario, pero vivir no lo es), Pessoa
dice en el poema Navegar é Preciso:
Viver
não é necessário; o que é necessário é criar.
Vivir
no es necesario, lo que es necesario es crear.
Otra interpretación de
ese poema indicaría que la navegación es el resultado de la actitud
racionalista del mundo occidental: la navegación exigiría
"precisión", mientras que la vida quedaría dispensada de tenerla.
Fernando Pessoa es sin
duda alguna el poeta portugués más importante del siglo XX. En su poema Autopsicografia, afirmó que el poeta era
«un fingidor» de sí mismo y toda su obra se concibe como un «drama en gente» en
que dialogan diversas voces o heterónimos, equivalentes a los «apócrifos» de
Antonio Machado, que representan diferentes cosmovisiones.
Sobre Fernando Pessoa,
el poeta y nobel mexicano de Literatura Octavio Paz dijo que «los poetas no
tienen biografía; su obra es una biografía» y que en el caso de Pessoa «nada en
su vida es sorprendente, nada excepto sus poemas».Sin embargo, el poeta y
traductor Ángel Crespo, autor de la biografía La vida Plural de Fernando Pessoa, opinaba que "Aunque se haya
dicho hace años, y en más de una ocasión, que Fernando Pessoa no tuvo biografía,
e incluso se le haya querido definir como "el hombre que nunca
existió", lo cierto es que el ininterrumpido avance del conocimiento de su
asombroso legado literario inédito ha venido demostrando que sí la tuvo y que
fue una de las más secretas, intrigantes y ejemplares de nuestro siglo."
El crítico literario
estadounidense Harold Bloom lo consideró en su libro The Western Canon ("El canon occidental") el más
representativo poeta del siglo XX, junto al chileno Pablo Neruda.
Con motivo de la conmemoración
de su nacimiento en 1988 su cuerpo fue trasladado al Monasterio de los Jerónimos de Belém, confirmando el reconocimiento
que no tuvo en vida.
Obra poética
El
poeta es un fingidor.
Finge
tan completamente
que
llega a fingir que es dolor
el
dolor que de veras siente.
Fernando
Pessoa/Bernardo Soares; Autopsicografía; Publicado el 1 de abril de 1931.
Se considera que la
gran creación estética de Pessoa fue la invención de los heterónimos, que
atraviesa toda su obra. Los heterónimos, a diferencia de los pseudónimos, son
personalidades poéticas completas: identidades, que, en principio falsas, se
vuelven verdaderas a través de su manifestación artística propia y diversa del
autor original. Entre los heterónimos, el mismo Fernando Pessoa pasó a ser llamado ortónimo, ya que era la personalidad original. Con el tiempo, y con
la maduración de las demás personalidades, el propio ortónimo se convirtió en
un heterónimo más entre otros. Los tres heterónimos más conocidos (y también
aquellos con mayor obra poética) fueron Álvaro
de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro. Un cuarto heterónimo de
gran importancia en la obra de Pessoa fue Bernardo
Soares, autor del Livro do
Desassossego (Libro del desasosiego), una importante obra literaria del
siglo XX. Bernardo es considerado un
semi-heterónimo por tener muchas semejanzas con Fernando Pessoa y no poseer una
personalidad muy característica ni fecha de fallecimiento, al contrario que los
otros tres, que tienen fecha de nacimiento y muerte, con excepción de Ricardo Reis (que no tiene fecha de
fallecimiento). Por esa razón el escritor y premio Nobel portugués José Saramago pudo escribir su novela «O
ano da morte de Ricardo Reis» (El año de la muerte de Ricardo Reis).
A través de los
heterónimos Pessoa encauzó una profunda reflexión sobre la relación entre
verdad, existencia e identidad. Este último factor tiene una gran importancia
en la famosa naturaleza misteriosa del poeta:
Com
uma tal falta de gente coexistível, como há hoje, que pode um homem de
sensibilidade fazer senão inventar os seus amigos, ou quando menos, os seus
companheiros de espírito?
Con
una falta tal de gente con la que coexistir, como hay hoy, ¿qué puede un hombre
de sensibilidad hacer, sino inventar sus amigos, o cuando menos, sus compañeros
de espíritu?
Ortónimo
La obra ortónima de
Pessoa (es decir, la escrita bajo el nombre propio del escritor que crea
heterónimos) pasó por diferentes fases, pero que envuelve básicamente la
búsqueda de un cierto patriotismo perdido, a través de una actitud sebastianista reinventada. El ortónimo
fue profundamente influenciado, en varios momentos, por doctrinas religiosas
como la teosofía y sociedades secretas como la masonería. La poesía resultante
tiene un cierto aire mítico, heroico (casi épico, pero no en la acepción
habitual del término), y por veces trágico. Es un poeta universal, en la medida
en que nos fue dando, incluso con contradicciones, una visión a un mismo tiempo
múltiple y unitaria de la vida. Es precisamente en este intento de mirar el
mundo de forma múltiple (con un fuerte substrato de filosofía racionalista e
incluso de influencia oriental) en donde reside una explicación plausible de la
creación de los célebres Alberto Caeiro,
Álvaro de Campos y Ricardo Reis o de su semi-heterónimo Bernardo Soares.
La principal obra del
llamado "Pessoa elemesmo" (Pessoa-él-mismo) es Mensagem, una colección de poemas sobre los grandes personajes
históricos portugueses. El libro fue el único publicado en vida del autor.
El ortónimo es
considerado como simbolista y modernista por la evanescencia, la indefinición y
la insatisfacción, y por la innovación practicada por entre diversas sendas de
formulación del discurso poético (sensacionismo, paulismo, interseccionismo,
etc.)
Heterónimos
Fernando Pessoa tenía
72 heterónimos. De ellos, los más importantes fueron:
Alberto Caeiro
Caeiro, nacido en
Lisboa, fue la mayor parte de su vida un campesino casi sin estudios formales
—solo cursó la instrucción primaria—, pero es considerado el maestro entre los
heterónimos, inclusive por el ortónimo. Muertos su padre y su madre, se quedó
en casa de una tía-abuela, viviendo de una renta modesta. Murió de
tuberculosis. También es conocido como el poeta-filósofo, pero él rechazaba ese
título y pregonaba una «no filosofía». Creía que los seres simplemente son, y
nada más: se irritaba con la metafísica y cualquier tipo de simbolismo de la
vida.
De los principales
heterónimos de Fernando Pessoa, Caeiro fue el único que no escribió en prosa.
Alegaba que solamente la poesía sería capaz de dar cuenta de la realidad.
Caeiro fue descrito por
el propio ortónimo (Fernando Pessoa) como no sólo un pagano, sino como el
propio paganismo. Definía el amor verdadero como amor hacia algo o alguien
simplemente por ser esa cosa o persona, y no por otros principios externos a
ella. Poseía un lenguaje estético directo, concreto y simple, pero aun así
bastante complejo desde el punto de vista reflexivo. Su ideario se resume en el
verso:
Há
metafísica bastante em não pensar em nada.
Hay
suficiente metafísica en no pensar nada.
Álvaro de Campos
Álvaro de Campos se
manifiesta, en cierto modo, como una versión hiperbólica del propio Pessoa. De
los tres heterónimos es el que se siente más fuerte, su lema es 'sentir todo en
todos los sentidos'. «La mejor forma de viajar —escribe— es sentirse». Como tal,
su poesía es la más emocionalmente intensa y variada, constantemente haciendo
malabares con dos impulsos fundamentales: por un lado, un deseo febril de ser y
sentir todo y todos, declarando que «en cada rincón de mi alma se alza un altar
a un dios diferente» (aludiendo al deseo de Walt Whitman de «contener
multitudes»), por otro, el deseo de un estado de aislamiento y un sentido de la
nada.
Como resultado, su
estado de ánimo y sus principios variaron entre la exultación violenta y
dinámica, ya que él desea ardientemente experimentar la totalidad del universo
en sí mismo, en todos los modos posibles (un rasgo particularmente distintivo
en este estado es su inclinación futurista, incluida la expresión de gran
entusiasmo por el significado de la vida urbana y sus componentes) y un estado
de melancolía nostálgica, donde la vida se ve como, esencialmente, vacía.
Una de las
preocupaciones constantes del poeta, como parte de su carácter dicotómico, es
la de la identidad: no sabe quién es, o mejor dicho, falla en lograr una
identidad ideal. Queriendo ser todo, e inevitablemente fallando, se desespera.
A diferencia de Caeiro, que no pide nada de la vida, pide demasiado. En su
meditación poética 'Tabacaria'
pregunta:
¿Cómo
voy a saber lo que voy a ser, yo que no sé lo que soy?
¿Ser
lo que yo pienso? ¡Pero pienso en ser tantas cosas!
Ricardo Reis
El heterónimo Ricardo
Reis se define como latinista y monárquico. De cierta manera, simboliza la
herencia clásica en la literatura occidental, expresada en la simetría, armonía,
y un cierto bucolismo, con elementos epicúreos y estoicos. El fin inexorable de
todos los seres vivos es una constante en su obra, clásica, depurada y
disciplinada.
Según Pessoa, Reis se
trasladó a Brasil en protesta por la proclamación de la República en Portugal,
y no se sabe el año de su muerte.
José Saramago, en El año de la muerte de Ricardo Reis
continúa, en una perspectiva personal, el universo de este heterónimo. Saramago
hace reencontrarse a Fernando Pessoa, ya muerto, con su heterónimo, que
sobrevive a su creador.
La ética amoral de los
heterónimos
En las Páginas Íntimas de Autointerpretación,
escribe Fernando Pessoa:
Álvaro
de Campos não tem sombra de ética; é amoral, se não positivamente imoral [...]
A ideia da perda da inocência duma criança de oito anos [...] é-lhe
positivamente agradável, pois satisfaz duas sensações muito fortes –a crueldade
e a luxúria.
Álvaro
de Campos no tiene la más mínima ética; es amoral, si no positivamente inmoral
[...] La idea de pérdida de la inocencia de un niño de ocho años [...] le
resulta positivamente agradable, pues satisface dos sensaciones muy fuertes –la
crueldad y la lujuria.
Esta postura amoral de
Campos, que recorre sus poemas sensacionistas-futuristas, es paralela a otras
actitudes de semejante tenor en los poemas de Alberto Caeiro y Ricardo Reis.
Véanse estos versos del
maestro Caeiro, en el poema Ayer el
predicador de verdades propias:
Haver
injustiça é como haver morte.
Eu
nunca daria um passo para alterar
Aquilo
a que chamam a injustiça do mundo.
Que
haya injusticia es como que haya muerte.
Yo
nunca daría un paso para alterar
Aquello
que llaman la injusticia del mundo.
A su vez, Ricardo Reis
se revela aún más chocante. En la oda Oí
contar que otrora, cuando Persia, dos jugadores de ajedrez prosiguen la
partida sabiendo que la destrucción y la muerte campan por su ciudad, que el
enemigo invadió. Y sentencia este heterónimo epicureísta:
Quando
o rei de marfim está em perigo
Que
importa a carne e o osso
Das
irmãs e das mães e das crianças?
Quando
a torre não cobre
A
retirada da rainha branca,
O
sangue pouco importa.
Cuando
el rey blanco está en peligro
¿qué
importan la carne y el hueso
de
las hermanas, de las madres y los niños?
Cuando
la torre no cubre
la
retirada de la reina blanca,
la
sangre poco importa.
Este aspecto es uno de
los que presenta una notoria influencia —o por lo menos, proximidad— con la
estética futurista de Marinetti, que, a pesar de todo, Pessoa siempre rechazó.
Es también la parcela más visible de una cierta falta de solidaridad social e
incluso humana que parece, según muchos críticos, ser común a toda la obra del
poeta. Esta tendencia dio argumentos a cierta corriente política que clasifica
a Fernando Pessoa como un «autor de derechas».
Sin embargo, otros
críticos contraargumentan que es absurdo pretender clasificar un poeta como
Pessoa con criterios políticos. Según estos, Pessoa estaba más interesado en un
arte puramente estético, para el que las cuestiones políticas, sociales o
incluso morales no eran atinentes. Presentan ejemplos que evitan conclusiones
simplistas. Al final de su vida Pessoa fue autor de textos (e incluso poemas)
que revelan un profundo malestar en relación con António de Oliveira Salazar y
a la recién estrenada dictadura del Estado
Novo. Hay también poemas del Pessoa ortónimo imbuidos de tal solidaridad
—incluso moralismo— que la heteronimia parece tendencialmente negar, como
"El niño de su madre" o "Tomamos la ciudad después de un intenso
bombardeo".
Pessoa y el ocultismo
Fernando Pessoa tuvo
relaciones con el ocultismo y el misticismo, especialmente con la masonería y
los Rosacruces (si bien no se conoce ninguna afiliación concreta a una logia o
fraternidad de esas organizaciones), habiendo inclusive defendido públicamente
las organizaciones iniciáticas en el "Diário de Lisboa", el 4 de
febrero de 1935, contra los ataques por parte de la dictadura del Estado Novo.
Su poema hermético más conocido y apreciado entre los esoteristas se titula
"En el túmulo de Christian Rosenkreutz". Tenía la costumbre de hacer
consultas astrológicas para sí mismo (según consta en su partida de nacimiento,
nació a las 15h 20; tenía ascendiente Escorpión y el Sol en Géminis). Realizó
más de mil horóscopos.
Cierta vez, leyendo una
publicación inglesa del famoso ocultista Aleister
Crowley, Fernando encontró errores en el horóscopo y escribió al inglés
para corregirlo, puesto que era conocedor y practicante de la astrología,
conocimientos que impresionaron a Crowley,
quien, aficionado a los viajes, llegó a ir a Portugal para conocer al poeta.
Junto con él fue la maga alemana Miss
Jaeger, quien se carteó con el poeta utilizando un pseudónimo ocultista. El
encuentro fue amigable, pese a los graves desequilibrios psíquicos y
espirituales que ya por entonces Crowley
tenía y enseñaba. En 1985, la serie documental de TVE ,El arte de vivir, rueda y emite el capítulo Fernando Pessoa, geografía del desasosiego sobre los aspectos más
esotéricos y humanistas del autor luso, con guión y textos de Carlos
Villarrubia. El documental-reelaborado-se emite en diversas cadenas americanas
en 1989, dentro de la serie documental Por
la ruta de los vientos
Curiosidades
Anécdotas
En una tarde en que José Régio tenía pensado encontrarse con
Pessoa, este apareció, como de costumbre con algunas horas de retraso,
declarando ser Álvaro de Campos y
disculpando a Pessoa por no haber podido acudir a la cita.
El poeta trabajaba como
corresponsal comercial, en un puesto que hoy podríamos denominar trabajador
autónomo. Así podía trabajar dos días a la semana, dejando los restantes para
dedicarse a la literatura.
Cecília Meireles fue a
Portugal para dar conferencias en la Universidad
de Coimbra y Lisboa, en 1934. Uno de sus grandes deseos era conocer al
poeta, de quien era admiradora. A través de una de las oficinas donde trabajaba
Pessoa, consiguió comunicarse con él y programar una cita. Ese encuentro fue
marcado para el mediodía, pero ella esperó inútilmente hasta las dos de la
tarde, sin que Pessoa diera señales de vida. Cansada de esperar, Cecilia volvió
al hotel y allí tuvo la sorpresa de encontrar un ejemplar del libro Mensagem y un recado del misterioso poeta,
justificando que no compareciera porque consultó los astros y, según su
horóscopo “los dos no se encontrarían”. Realmente, no se encontraron, ni hubo
más oportunidades para ese encuentro: al año siguiente Pessoa falleció.
El parte de defunción
de Pessoa indica como causa de la muerte "bloqueo intestinal".
La
Universidad Fernando Pessoa (UFP), con sede en Oporto, fue
creada en homenaje al poeta.
Fernando Pessoa fue el
primer portugués en figurar en la Pléyade
(Collection Bibliothèque de la Pléiade), prestigiosa colección francesa de
grandes nombres de la literatura.
Es significativo que en
portugués el apellido Pessoa es común, y significa "persona": los
hablantes de portugués perciben ese doble sentido.
Ophélia Queiroz, su
novia, creó un heterónimo para Fernando Pessoa: Ferdinand Personne. En francés, "Ferdinand" es el
equivalente a "Fernando", y "Personne" significa
"persona" (como pessoa, que es «persona» en portugués) y también
significa, como adverbio, «nadie». Es un juego de palabras: Fernando, al haber
creado otras personalidades, no habría tenido un yo definido.
El cantante brasileño
Caetano Veloso compuso una canción llamada "Língua" en la que existe
un fragmento inspirado en un artículo de Fernando llamado "Mi patria es la
lengua portuguesa". El fragmento dice:
A
língua é minha Pátria / E eu não tenho Pátria: tenho mátria / Eu quero frátria.
La
lengua es mi Patria / Y no tengo patria, tengo matria / Yo quiero fratria.
El compositor Tom Jobim
transformó el poema El Tajo es más
bello que el río que corre por mi aldea en música. La cantante Dulce Pontes
musicalizó el poema El Infante, El
grupo lusitano de Goth Metal Moonspell,
musicalizó el poema Opio. También el
grupo Secos e Molhados puso música al
poema Não, não digas nada («No, no
digas nada»). Y la cantautora Liliana Felipe adaptó y musicalizó
"Tabaquería".
El periódico Expresso y la empresa Unisys crearon, en 1987, el Prémio Pessoa, concedido anualmente a la
persona o personas, de nacionalidad portuguesa, que se haya distinguido como
protagonista en la vida científica, artística o literaria.
En 2006, la empresa Unicre lanzó una tarjeta de crédito
llamada "A palavra" que permite al titular escoger una entre seis
frases de Fernando Pessoa o sus heterónimos para grabarla en ella.
En su álbum "La
Residencia de los Dioses", los creadores de Astérix homenajearon a Pessoa haciendo aparecer a un esclavo de
origen lusitano que recitaba poesía.
Nota autobiográfica
Pessoa dejó escrita una
nota biográfica, escrita el 30 de marzo de 1935, parcialmente publicada como
introducción al poema "À memória do Presidente-Rei Sidónio Pais" (A
la memoria del Presidente-Rei Sidónio Pais), editado por la Editorial Império en 1940. Siendo el
texto de autoría del propio Pessoa, deberá notarse que constituye una biografía
bastante subjetiva e incompleta, hecha de acuerdo con los deseos e
interpretaciones de él mismo en ese momento de su vida.
Nombre
completo: Fernando António Nogueira Pessoa.
Edad
y origen: Nació en Lisboa, parroquia de los Mártires, finca n.º 4 del Largo de
S. Carlos (hoy del Directório) el 13 de junio de 1888.
Filiación:
Hijo legítimo de Joaquim de Seabra Pessoa y de D. Maria Madalena Pinheiro
Nogueira. Nieto paterno del general Joaquim António de Araújo Pessoa,
combatiente de las campañas liberales, y de Dña. Dionísia Seabra; nieto materno
del Consejero Luís António Nogueira, jurisconsulto y que fue Director General
del Ministerio del Reino, y de Dña Madalena Xavier Pinheiro. Ascendencia
general: mezcla de hidalgos y judíos.
Estado:
Soltero.
Profesión:
El nombre correcto sería «traductor», pero es más exacto el de «corresponsal
extranjero de casas comerciales». El ser poeta o escritor no constituye una
profesión, sino una vocación.
Domicilio:
Calle Coelho da Rocha, 16, 1º. Dto. Lisboa. (Dirección Postal - Caja Postal
147, Lisboa).
Funciones
sociales que ha desempeñado: Si por eso se entiende cargos públicos o funciones
destacadas, ninguna.
Obras
que he publicado: La obra está esencialmente dispersa, por varias revistas y
publicaciones ocasionales. Lo que, de libros o folletos, considera como válido,
es lo siguiente: «35 Sonnets» (en inglés), 1918; «English Poems I-II» y
«English Poems III» (en inglés también), 1922, y el libro «Mensagem», 1934,
premiado por el Secretariado de Propaganda Nacional, en la categoría «Poema».
El folleto «O Interregno», publicado en 1928, constituyendo una defensa de la
Dictadura Militar en Portugal, debe ser considerado como no existente. Habría
que revisar todo eso y tal vez repudiar mucho.
Educación:
En virtud de, fallecido su padre en 1893, su madre haber casado, en 1895, en
segundas nupcias, con el Comandante João Miguel Rosa, Cónsul de Portugal en
Durban, Natal, fue allí educado. Ganó el premio Reina Victoria de estilo inglés
en la Universidad del Cabo de Buena Esperanza en 1903, en el examen de
admisión, a los 15 años.
Ideología
Política: Considera que el sistema monárquico sería el más propio para una
nación orgánicamente imperial como es Portugal. Considera, al mismo tiempo, la
Monarquía completamente inviable en Portugal. Por eso, de haber un plebiscito
entre regímenes, votaría, si bien con pena, por la República. Conservador de
estilo inglés, esto es, liberal dentro del conservadurismo, y absolutamente
anti-reaccionario.
Posición
religiosa: cristiano gnóstico y por tanto enteramente opuesto a todas las
Iglesias organizadas, y sobre todo a la Iglesia de Roma. Fiel, por motivos que
más adelante están implícitos, a la Tradición Secreta del Cristianismo, que
tiene íntimas relaciones con la Tradición Secreta en Israel (la Santa Kabbalah)
y con la esencia oculta de la masonería.
Posición
iniciática: Iniciado, por comunicación directa de Maestro a Discípulo, en los
tres grados menores de la (aparentemente extinta) Orden Templaria de Portugal.
Posición
patriótica: Partidario de un nacionalismo místico, del que sea abolida toda la
infiltración católico-romana, creándose, si es posible, un sebastianismo nuevo,
que la substituya espiritualmente, si es que en el catolicismo portugués hubo
alguna vez espiritualidad. Nacionalista que se guía por este lema: "Todo
por la humanidad, nada contra la nación".
Posición
social: Anticomunista y antisocialista. Lo demás se deduce de lo expuesto
arriba.
Resumen
de estas últimas consideraciones: Tener siempre en la memoria al mártir Jacques
de Molay, Grado-Maestre de los Templarios, y combatir, siempre y en todo lugar,
a los tres asesinos - la Ignorancia, el Fanatismo y la Tiranía.
Lisboa,
30 de marzo de 1935 [en el original 1933, por aparente lapsus] Autobiográfica
(Fernando Pessoa) Nota autobiográfica.
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