La
gallina
(Cuento
para niños tontos)
FEDERICO GARCÍA LORCA
Había una gallina que
era idiota. He dicho idiota. Pero era más idiota todavía. Le picaba un mosquito
y salía corriendo. Le picaba una avispa y salía corriendo. Le picaba un
murciélago y salía corriendo.
Todas las gallinas
temen a las zorras. Pero esta gallina quería ser devorada por ellas. Y es que
la gallina era una idiota. No era una gallina. Era una idiota.
En las noches de
invierno la luna de las aldeas da grandes bofetadas a las gallinas. Unas
bofetadas que se sienten por las calles. Da mucha risa. Los curas no podrán
comprender nunca por qué son estas bofetadas, pero Dios sí. Y las gallinas
también.
Será menester que
sepáis todos que Dios es un gran monte VIVO. Tiene una piel de moscas y encima
una piel de avispas y encima una piel de golondrinas y encima una piel de
lagartos y encima una piel de lombrices y encima una piel de hombres y encima
una piel de leopardos y todo. ¿Veis todo? Pues todo y además una piel de
gallinas. Esto era lo que no sabía nuestra amiga.
¡Da risa considerar lo
simpáticas que son las gallinas! Todas tienen cresta. Todas tienen culo. Todas
ponen huevos. ¿Y qué me vais a decir?
La gallina idiota
odiaba los huevos. Le gustaban los gallos, es cierto, como les gusta a las
manos derechas de las personas esas picaduras de las zarzas o la iniciación del
alfilerazo. Pero ella odiaba su propio huevo. Y sin embargo no hay nada más
hermoso que un huevo.
Recién sacado de las
espigas, todavía caliente, es la perfección de la boca, el párpado y el lóbulo de
la oreja. La mejilla caliente de la que acaba de morir. Es el rostro. ¿No lo
entendéis? Yo sí. Lo dicen los cuentos japoneses, y algunas mujeres ignorantes
también lo saben.
No quiero defender la
belleza enjuta del huevo, pero ya que todo el mundo alaba la pulcritud del
espejo y la alegría de los que se revuelcan en la hierba, bien está que yo
defienda un huevo contra una gallina idiota.
Lo voy a decir: una gallina amiga de los hombres.
Una noche, la luna
estaba repartiendo bofetadas a las gallinas. El mar y los tejados y las
carboneras tenían la misma luz. Una luz donde el abejorro hubiera recibido las
flechas de todo el mundo. Nadie dormía. Las gallinas no podían más. Tenían las
crestas llenas de escarcha y los piojitos tocaban sus campanillitas eléctricas
por el hueco de las bofetadas.
Un gallo se decidió al fin.
La gallina idiota se defendía.
El gallo bailó tres veces pero los gallos no saben
enhebrar bien las agujas.
Tocaron las campanas de
las torres porque tenían que tocar, y los cauces y los corredores y los que
juegan al gol se pusieron tres veces morados y tintineantes. Empezó la lucha.
Gallo listo. Gallina
idiota. Gallina lista. Gallo idiota. Listos los dos. Los dos idiotas. Gallo
listo. Gallina idiota.
Luchaban. Luchaban.
Luchaban. Así toda la noche. Y diez. Y veinte. Y un año. Y diez. Y siempre.
(1934
)
Lorca, muerte de un
poeta. Director Juan Antonio Bardem, duración 118 minutos,
con Nickolas Grace Antonio Iranzo Francisco Jarque. Año de producción 1987
Federico García Lorca
(Fuente Vaqueros, Granada, España; 5 de junio de 1898-camino de Víznar a
Alfacar, Granada, España; 18 de agosto de 1936)
fue un poeta, dramaturgo y prosista español, conocido por su destreza en
muchas otras artes. Adscrito a la
generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la
literatura española del siglo xx. Como dramaturgo se le considera una de las
cimas del teatro español del siglo xx, junto con Valle-Inclán y Buero Vallejo.
Murió fusilado por las autoridades franquistas un mes después del golpe de
Estado con el que tuvo lugar el inicio de la Guerra Civil Española.
Biografía
Nació el 5 de junio de
1898 en el municipio granadino de Fuente Vaqueros, en el seno de una familia de
posición económica desahogada, y fue bautizado como Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca; su padre fue el
hacendado Federico García Rodríguez (1859-1945) y su madre, Vicenta Lorca
Romero (1870-1959), segunda esposa de su padre, maestra de escuela que fomentó
el gusto literario de su hijo. Su primera casa, en Fuente Vaqueros, es un
museo.
En 1909, cuando tenía
once años, la familia se mudó a la ciudad de Granada. En su adolescencia, se
interesó más por la música que por la literatura, estudió piano con Antonio
Segura Mesa y entre sus amigos de la universidad lo conocían más como músico
que por escritor novel.
Juventud y primeras obras
En 1914 se matriculó en
la Universidad de Granada para
estudiar las carreras de Filosofía y Letras y de Derecho. Durante esta época,
el joven Lorca se reunía con otros jóvenes intelectuales en la tertulia «El
Rinconcillo» del café Alameda.
En la Universidad
recibió clases de Martín Domínguez Berrueta, profesor de Teoría de la
Literatura y de las Artes, el cual llevó a Lorca y a sus compañeros de viaje
por Baeza, Úbeda, Córdoba, Ronda, León, Burgos y Galicia. Estos viajes por
distintas partes de España fueron los que despertaron su vocación como
escritor. De hecho, fruto de esto surgió su primer libro en prosa Impresiones y paisajes, publicado en
1918, una pequeña antología de sus mejores páginas en prosa sobre temas
políticos y sobre sus intereses estéticos.
Vida en la Residencia
de Estudiantes
En la primavera de
1919, varios de sus amigos de "El Rinconcillo" se trasladaron a
Madrid, y Lorca, gracias a la ayuda de Fernando de los Ríos, quien le ayudó a
convencer a sus padres a seguir sus estudios en la Residencia de Estudiantes, no tardó en unirse a ellos. Así pasó el
poeta a formar parte de esta institución.
La
Residencia de Estudiantes era en aquella época un hervidero
intelectual, que acogió a figuras de la talla de Albert Einstein, John Maynard
Keynes o Madame Curie, lo que influiría enormemente en la formación intelectual
de Lorca. De esta forma, entre los años 1919 y 1926, se relacionó con muchos de
los escritores e intelectuales más importantes de España, como Luis Buñuel,
Rafael Alberti o Salvador Dalí y consiguió huir del tedio cultural provinciano,
que odiaba, como escribió a su amigo el compositor Adolfo Salazar:
Estoy
encendío como una rosa de cien hojas, pero la realidad me encierra en su casa
fea de espartos. Me escriben de la Residencia diciéndome que no tienen
habitación. ¡Esto es terrible! ¿Cómo voy yo a irme a otra parte? Me asustan los
ambientes Baroja y Galdós, la patrona, el estudiante vicioso... ¡Qué horror!
Pues no digamos nada los ambientes Zamacois, etc... ¡Es horrible! Así pues,
hasta que tenga habitación sola en la Residencia no voy a Madrid... ¡Qué pena!
(...) Tengo mala sombra. Y me hace falta salir, ¿lo oyes? Yo me ahogo. Este
ambiente provinciano terrible y vacío llena mi corazón de telarañas.
Entre 1919 y 1921,
Lorca publicó Libro de poemas, compuso sus primeras Suites, estrenó El
maleficio de la mariposa y desarrolló otras piezas teatrales. También durante
esta etapa, gracias otra vez a la ayuda de Fernando de los Ríos, tuvo ocasión
de conocer a Juan Ramón Jiménez, que influiría en su visión de la poesía y con
el que llegaría a tener mucha amistad.
En mayo de 1921, Lorca
volvió a Granada, teniendo así la oportunidad de conocer al maestro Manuel de
Falla, que se había instalado en la ciudad en septiembre del año anterior. Su
amistad les llevó a emprender varios proyectos en torno a la música, el cante
jondo, los títeres, y otras actividades artísticas paralelas. Ese mismo año,
Lorca escribió el Poema del cante jondo,
obra que no se publicaría hasta diez años después. Esos años en Granada giraron
alrededor de dos focos culturales: Falla y la tertulia de El Rinconcillo,
reunida en el café Alameda.
El 6 de enero de 1923,
festividad de los Reyes Magos, Falla participó en una fiesta privada montada
por Federico, Adolfo Salazar y Hermenegildo Lanz, dedicada a dos niñas de la
familia, su hermana Isabel y Laura, la hija de Fernando de los Ríos. Se
representó una adaptación lorquiana para títeres de cachiporra del cuento
andaluz "La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón", un
entremés atribuido a Cervantes y el Misterio de los Reyes Magos, un auto
sacramental del siglo XIII, para el que Falla había colaborado en la composición
de la música incidental. Aquel mismo año, Lorca y Falla trabajaron en una
opereta lírica, Lola, la comedianta,
obra que nunca terminaron.
En 1925 viajó a
Cadaqués para pasar la Semana Santa en casa de su amigo Salvador Dalí. Esta
visita y otra más larga en 1927 marcaron profundamente la vida y obra de ambos.
Fruto de esta intensa amistad fue la "Oda a Salvador Dalí", que se
publicó en la Revista de Occidente en
1926. Además, fue el mismo Dalí el que animó al escritor a iniciarse en la
pintura, consiguiendo que en 1927 presentase su primera exposición en las Galeries Dalmau de Barcelona. Por su
parte, Lorca alentó a Dalí como escritor.
Generación del 27
El término parte de la
fecha de diciembre de 1927, cuando se reúnen varios poetas españoles en
Sevilla, en un acto organizado por la Sociedad
Económica de Amigos del País para conmemorar los trescientos años de la muerte
de Luis de Góngora. Cabe destacar que esta reunión es el origen de lo que
algunos llaman la Generación del 27
en la que se incluyen escritores como Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael
Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel
Altolaguirre y Emilio Prados.
No todos los estudiosos
reconocen el concepto de generación a la generación
del 27 al no cumplir los criterios establecidos por el historiador Julius
Petersen (fechas de nacimiento próximas; formación educativa semejante; buenas
relaciones entre ellos; fecha próxima en la publicación de sus primeras obras;
hecho histórico generacional; ideas comunes; lenguaje generacional; presencia
de un guía ideológico; y anquilosamiento de la generación anterior). Algunos
han propuesto un cambio de nombre como «Generación de la Dictadura»,
«Generación Guillén-Lorca», «Generación de 1925», «Generación de las
Vanguardias» o «Generación de la amistad». Sin embargo, es un término muy
admitido por comodidad y costumbre.
Este grupo se
caracteriza por fundir las formas de la poesía tradicional (neopopularismo) con
los movimientos de vanguardia; por tratar los mismos temas de una manera
similar (la muerte en sentido trágico; el amor como fuerza que da sentido a la
vida; preocupaciones sociales como la injusticia, la miseria, etc.), por el uso
de la metáfora y la imagen; etc.
Volviendo a la vida de
Lorca, se puede decir que la etapa de 1924 a 1927 fue el momento en el que el
escritor llegó a su madurez como poeta.
Sin embargo, también es
en esta época cuando Federico García Lorca vive, según sus palabras, «una de
las crisis más hondas de mi vida», a pesar de que sus obras Canciones y Primer romancero gitano, publicados en 1927 y 1928 respectivamente,
están gozando de gran éxito crítico y popular. Esta crisis fue provocada por
varios acontecimientos en su vida. Por un lado, con el éxito del Romancero gitano, comenzó a verse a
Lorca como costumbrista, defensor de los gitanos, ligado al folclore andaluz.
Este se quejaba en una carta a Jorge Guillén diciendo: «Me va molestando un poco mi mito de gitanería. Los gitanos son un
tema. Y nada más. Yo podía ser lo mismo poeta de agujas de coser o de paisajes
hidráulicos. Además, el gitanismo me da un tono de incultura, de falta de
educación y de poeta salvaje que tú sabes bien no soy. No quiero que me
encasillen. Siento que me va echando cadenas». Y, por otro lado, se separó
de Emilio Aladrén, un escultor con el que había mantenido una intensa relación
afectiva. Además, esta crisis debió agravarse cuando Lorca recibió las duras
críticas de Dalí y Luis Buñuel sobre el Romancero
gitano. A pesar de esto, Lorca siguió trabajando y comenzando nuevos
proyectos, como la revista Gallo de
la que solo se publicaron dos números o la obra Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, la cual intentó
estrenar en 1929 pero fue prohibida por la censura de la Dictadura de Primo de
Rivera.
Viaje a Nueva York
En la primavera de
1929, Fernando de los Ríos propuso a Lorca que le acompañase en su viaje a
Nueva York. Este aceptó viendo la oportunidad de alejarse de Aladrén , aprender
inglés, cambiar de vida y renovar su obra. Se embarcaron en el Olympic —buque hermano del malogrado Titanic— a principios de junio de 1929 y
llegaron el 26 de junio a Nueva York; él mismo describió su estancia en dicha
ciudad estadounidense como "una de las experiencias más útiles de mi
vida". Describió a la ciudad como un lugar «de alambre y muerte» y se vio
sorprendido por la economía capitalista y el trato a los negros. Según él,
Estados Unidos era «una civilización sin raíces. [Los ingleses] han levantado
casas y casas, pero no han ahondado en la tierra». Volcó sus impresiones en Poeta en Nueva York, que no se publicó
hasta cuatro años después de su muerte. En su trabajo Lorca buscó expresar «la
esclavitud dolorosa del hombre y máquina juntos» en una ciudad a la que denominó
como «geometría y angustia».
En marzo de 1930 dejó
Nueva York para viajar a la ciudad de La Habana en Cuba, donde exploró la
cultura y la música cubana y trabajó en nuevos proyectos como El público y Así que pasen cinco años. En junio de 1930, Lorca ya estaba en
Madrid.
La Barraca ambulante
Con la instauración de
la Segunda República Española en abril de 1931, comenzó una nueva etapa para
Lorca. Junto a Eduardo Ugarte, el escritor granadino codirigió La Barraca, un
grupo de teatro universitario15 que representó obras teatrales del Siglo de
Oro (Calderón de la Barca, Lope de Vega, Miguel de Cervantes) por ciudades y
pueblos de España. Financiado por el Ministerio de Educación que dirigía el
socialista Fernando de los Ríos, tuvo por primera vez en sus manos un proyecto
propio. El estallido de la guerra civil española frustraría el empeño.
En América
En 1933 la compañía de Lola Membrives estrenó en Buenos Aires Bodas de sangre con un gran éxito
popular. Por ello, Lorca recibió la invitación de Membrives y de su marido para
viajar a esa ciudad argentina. Allí, consiguió triunfar profesionalmente y,
gracias a esto, consiguió su independencia económica. A lo largo de los seis
meses que permaneció en Buenos Aires, tuvo la oportunidad de dirigir Bodas de sangre, que fue representada
más de ciento cincuenta veces; Mariana
Pineda, La zapatera prodigiosa, El retablillo de don Cristóbal y una
adaptación de La dama boba de Lope de
Vega. También durante este tiempo tuvo la ocasión de dar varias conferencias y
de hacer nuevas amistades, como Pablo Neruda, Juana de Ibarbourou, Ricardo
Molinari, Salvador Novo y Pablo Suero.
Cuando García Lorca
volvió a España en 1934, mantuvo un elevado ritmo creativo: terminó obras como Yerma, Doña Rosita la soltera, La
casa de Bernarda Alba y Llanto por
Ignacio Sánchez Mejías; revisó obras como Poeta en Nueva York, Diván
del Tamarit y Suites; hizo un
viaje a Barcelona para dirigir algunas de sus obras, recitar sus poemas y dar
conferencias, visitó Valencia y siguió representando obras con La Barraca; organizó clubes de teatro;
etc. También tuvo una gran estadía en Montevideo (Uruguay), donde terminó de
escribir un par de obras y tuvo contacto con los artistas locales, tales como
Juana de Ibarbourou.
Sin embargo, es también
en este momento cuando en España se empieza a vivir una época de violencia e
intolerancia. La situación política era insostenible. Estaba a punto de
estallar la Guerra civil española.
Últimos días y
fusilamiento
Colombia y México, cuyos
embajadores previeron que el poeta pudiera ser víctima de un atentado debido a
su puesto de funcionario de la República, le ofrecieron el exilio, pero Lorca
rechazó las ofertas y se dirigió a la Huerta
de San Vicente para reunirse con su familia. Llegó allí el 14 de julio de
1936, tres días antes de que estallara en Melilla la sublevación militar contra
la República que dio lugar a la Guerra civil. Inicialmente, la situación en la
capital granadina fue tranquila y no hubo ningún incidente. Sin embargo, el día
20, la guarnición militar se sublevó y en poco tiempo el centro de Granada
estaba en poder de las fuerzas sublevadas. El cuñado de Federico y alcalde de
la ciudad, Manuel Fernández-Montesinos, fue arrestado en su despacho del ayuntamiento.
Sería fusilado un mes más tarde.
En esos momentos
políticos alguien le preguntó sobre su preferencia política y él manifestó que
se sentía a su vez católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista
y monárquico. De hecho nunca se afilió a ninguna de las facciones políticas y
jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus amigos, por ninguna cuestión
política. Conocía al líder y fundador de la Falange
Española, José Antonio Primo de Rivera, muy aficionado a la poesía. El propio
Lorca dijo de él al joven Gabriel Celaya, en marzo de 1936:
José
Manuel [Aizpurúa] es como José Antonio. Otro buen chico. ¿Sabes que todos los
viernes ceno con él? Solemos salir juntos en un taxi con las cortinillas
bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo ni a mí me conviene que
me vean con él.
Esta declaración es
entendida por los estudiosos como una exageración o una broma, como lo apuntó
el propio Celaya al relatar esta anécdota. Al describir la escena, resume las
consecuencias dramáticas de la actitud insensata de García Lorca:
Federico
se reía. Creía que aquello no era más que una travesura de niños. No veía nada
detrás. Se reía como de una buena broma. Pero esa risa, esa confianza en que el
hombre es siempre humano, ese creer que un amigo, fascista o no, es un amigo,
le costó la muerte. Porque fueron unos amigos, amigos que él contaba entre sus
mejores, quienes en el último momento resultaron ser ante todo y sobre todo
fascistas.
Se sentía, como dijo al
periodista y caricaturista Luis Bagaría en una entrevista para El Sol de Madrid
poco antes de su muerte, íntegramente español, pero «antes que esto hombre del
mundo y hermano de todos».
Yo
soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites
geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy
hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista,
abstracta, por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos.
El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la
siento hasta la médula, pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de
todos. Desde luego no creo en la frontera política.
En Granada buscó
refugio en casa de la familia de su amigo el poeta Luis Rosales, donde se
sentía más seguro ya que dos de sus hermanos, en los que confiaba, eran destacados
falangistas de Granada. A pesar de ello, el 16 de agosto de 1936, se presentó
allí la Guardia Civil para detenerlo. Acompañaban a los guardias Juan Luis
Trescastro Medina, Luis García-Alix Fernández y Ramón Ruiz Alonso, exdiputado
de la CEDA, que había denunciado a Lorca ante el gobernador civil de Granada
José Valdés Guzmán. Valdés consultó con Queipo de Llano lo que debía hacer, a
lo que este le respondió: «Dale café, mucho café». Según el historiador Ian
Gibson, se acusaba al poeta de «ser espía de los rusos, estar en contacto con
éstos por radio, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual».
Fue trasladado al Gobierno Civil, y luego al pueblo de Víznar donde pasó su
última noche en una cárcel improvisada, junto a otros detenidos.
Después de que la fecha
exacta de su muerte haya sido objeto de una larga polémica, parece
definitivamente establecido que Federico García Lorca fue fusilado a las 4:45 h
de la madrugada del 18 de agosto, en el camino que va de Víznar a Alfacar. Su
cuerpo permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos
parajes, junto con el cadáver de un maestro nacional, Dióscoro Galindo, y los
de los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas,
ejecutados con él. Juan Luis Trescastro presumiría después de haber
participado personalmente en los asesinatos, recalcando la homosexualidad de
Lorca.
H. G. Wells envió el
siguiente despacho a las autoridades militares de Granada:
H.
G. Wells, presidente Pen Club de Londres, desea con ansiedad noticias de su
distinguido colega Federico García Lorca, y apreciará grandemente la cortesía
de una respuesta,
Cuya respuesta fue la
siguiente:
Coronel
gobernador de Granada a H. G. Wells. —Ignoro lugar hállase D. Federico García
Lorca. —Firmado: Coronel Espinosa.
El 23 de abril de 2015
se hizo público un informe policial fechado el 9 de julio de 1965,basado en una
investigación realizada ese mismo año, que corroboraba la ejecución de Lorca por
las autoridades franquistas. En el informe se le acusaba de «socialista»,
amigo de Fernando de los Ríos, y «masón, perteneciente a la logia 'Alhambra',
en la que adoptó el nombre simbólico de 'Homero'», y le atribuía «prácticas de
homosexualismo y aberración». También afirma que fue condenado a muerte tras
«haber confesado», aunque no especifica qué habría confesado. El informe fue
redactado por la 3.ª brigada regional de investigación social de la Jefatura
Superior de la Policía de Granada a petición de la hispanista francesa Marcelle
Auclair, aunque nunca obtuvo respuesta, ya que el informe fue ocultado por la
dictadura franquista. La existencia del dicho informe fue mencionada por primera
vez por el periodista falangista Eduardo Molina Fajardo en su libro póstumo, Los últimos días de García Lorca (1983).
Según Gibson, es evidente que Molina Fajardo había tenido acceso al informe
policial.
Después de su muerte
Después de su muerte se
publicaron Primeras canciones y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su
jardín.
Una de las obras más
estremecedoras sobre el hecho de su muerte es el poema «El crimen fue en
Granada», escrito por Antonio Machado en 1937. En el otro bando, el periódico
falangista de San Sebastián, Unidad, publicó el 11 de marzo de 1937, una
sentida elegía firmada por Luis Hurtado Álvarez y titulada «A la España
imperial le han asesinado su mejor poeta».
Una de las biografías
sobre Federico García Lorca más documentadas, controvertidas y populares es el
best-seller publicado en 1989 y titulado Federico
García Lorca: A life (Vida pasión y muerte de Federico García Lorca,
edición en español en 1998), del hispanista de origen irlandés Ian Gibson.
En 2009, en aplicación
de la ley para la recuperación de la memoria histórica aprobada por el gobierno
de José Luis Rodríguez Zapatero, se abrió la fosa donde supuestamente
descansaban los restos del poeta, sin encontrarse nada.
En mayo de 2012 salió a
la luz su última carta, dirigida a su amigo íntimo, el escritor y crítico de arte
Juan Ramírez de Lucas.
En 2014 se iniciaron
trabajos de localización de la fosa donde fue enterrado y de identificación de
cuerpos, aunque dada la negativa de la familia del poeta parece improbable la
exhumación de su cuerpo.
En 2015 la escritora
Marta Osorio publica un libro en el que analiza la información que Agustín
Penón recopiló sobre el emplazamiento del cuerpo del poeta (principalmente de
Emilia Llanos, amiga íntima del poeta), apuntando a un traslado del cuerpo a
otro emplazamiento del mismo camino donde fue enterrado o incluso a Madrid.
Obra
El universo lorquiano
se define por un palpable sistematismo: la poesía, el drama y la prosa se
alimentan de obsesiones —amor, deseo, esterilidad— y de claves estilísticas
constantes. La variedad de formas y tonalidades nunca atenta contra esa unidad
cuya cuestión central es la frustración.
Estilo
Los símbolos: de
acuerdo con su gusto por los elementos tradicionales, Lorca utiliza
frecuentemente símbolos en su poesía. Se refieren muy frecuentemente a la
muerte aunque, dependiendo del contexto, los matices varían bastante. Son
símbolos centrales en Lorca:
La luna: es el símbolo
más frecuente en Lorca. Su significación más frecuente es la de muerte, pero
también puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la
belleza.
El agua: cuando corre,
es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada, representa la muerte.
La sangre: representa
la vida y, derramada, es la muerte. Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
El caballo (y su
jinete): está muy presente en toda su obra, portando siempre valores de muerte,
aunque también representa la vida y el erotismo masculino.
El toro: García Lorca
era aficionado a los toros; según sus palabras: «Creo que los toros es la
fiesta más culta que hay en el mundo. Es el drama puro en el cual el español
derrama sus mejores lágrimas y su bilis. Es el único sitio a donde se va con la
seguridad de ver la muerte rodeada de la más deslumbradora belleza (...)».
Las hierbas: su valor
dominante, aunque no único, es el de ser símbolos de la muerte.
Los metales: también su
valor dominante es la muerte. Los metales aparecen bajo la forma de armas
blancas, que conllevan siempre tragedia.
La metáfora: es el
procedimiento retórico central de su estilo. Bajo la influencia de Góngora,
Lorca maneja metáforas muy arriesgadas: la distancia entre el término real y el
imaginario es considerable. En ocasiones, usa directamente la metáfora pura.
Sin embargo, a diferencia de Góngora, Lorca es un poeta conceptista, en el
sentido de que su poesía se caracteriza por una gran condensación expresiva y
de contenidos, además de frecuentes elipsis. Las metáforas lorquianas
relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten efectos sensoriales
entremezclados, etc.
El neopopularismo:
aunque Lorca asimila sin problemas las novedades literarias, su obra está
plagada de elementos tradicionales que, por lo demás, demuestran su inmensa
cultura literaria. La música y los cantos tradicionales son presencias
constantes en su poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un
poeta que muestre una gran variedad de formas tradicionales; sin embargo,
profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de la
gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía y la pasión.
Poesía
La obra poética de
Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la generación del 27 y de toda la literatura española. La poesía
lorquiana es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y está vinculada
a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía
conviven la tradición popular y la culta. Aunque es difícil establecer épocas
en la poética de Lorca, algunos críticos diferencian dos etapas: una de
juventud y otra de plenitud.
Época de juventud
Aquí se incluyen sus
primeros escritos: Impresiones y paisajes (en prosa, aunque sin embargo muestra
procedimientos característicos del lenguaje poético) y Libro de poemas (escrito
bajo el influjo de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez); en este
poema García Lorca proyecta un amor sin esperanza, abocado a la tristeza.
La Diputación de
Granada editó en 1986 una antología poética, seleccionada, presentada y anotada
por Andrew A. Anderson. Esta antología aporta Suites (1920-1923) y Poemas en
prosa (1927-1928). En Suites se encuentra «Cancioncilla del niño que no nació»
(pág. 71), y en Poemas en prosa «Degollación de los Inocentes» (pág. 150). En
estos escritos el poeta hace referencia al drama del aborto.
La
viudita y el conde Cabra, basada en una historia real y que
llegó a sus oídos a través de una canción infantil.
Época de plenitud
Comienza con el Poema del cante jondo (1921) que,
mediante la unidad temática, formal, conceptual y la expresión de los
sentimientos, debida en parte a su inspiración folclórica, describe la lírica
neopopularista de la generación del 27.
En Primeras canciones (1936) y
Canciones (1927) emplea las mismas formas: la canción y el romance. Los
temas del tiempo y la muerte se enmarcan en el alba, la noche, la ciudad
andaluza y los paisajes lunares.
La muerte y la
incompatibilidad moral del mundo gitano con la sociedad burguesa son los dos
grandes temas del Romancero gitano.
Destacan los procedimientos habituales de poesía de origen popular, y la
influencia del compositor Manuel de Falla. No se trata de una obra folclórica;
está basada en los tópicos con que se asocia lo gitano y andaluz. Lorca eleva
al personaje gitano al rango de mito literario, como después hará también con
el negro y el judío en Poeta en Nueva York.
En el Romancero gitano emplea el
romance, en sus variantes de novelesco, lírico y dramático; su lenguaje es una
fusión de lo popular y lo culto.
Lorca escribió Poeta en Nueva York a partir de su
experiencia en EE. UU., donde vivió entre 1929 y 1930. Para Lorca la
civilización moderna y la naturaleza son incompatibles. Su visión de Nueva York
es de pesadilla y desolación, propia de un mal sueño. Para expresar la angustia
y el ansia de comunicación que lo embargan, emplea las imágenes visionarias del
lenguaje surrealista. Su libertad expresiva es máxima, aunque junto al verso
libre se advierte el uso del verso medido (octosílabo, endecasílabo y
alejandrino).
El
Diván del Tamarit (1940) es un libro de poemas de atmósfera
o sabor oriental, inspirado en las colecciones de la antigua poesía
arábigo-andalusí. El tema central es el del amor sujeto a experiencias
frustrantes y amargas; su lenguaje está muy próximo al de Poeta en Nueva York.
Llanto
por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935) es una elegía
de incontenible dolor y emoción que actúa de homenaje al torero sevillano que
tanto apoyó a los poetas de la generación
del 27.
La obra poética de
García Lorca se cierra con Seis poemas
gallegos y la serie de once poemas amorosos titulada Sonetos del amor oscuro. Lorca siempre ha contado con el respeto y
admiración incondicional de los poetas de generaciones posteriores a la Guerra
Civil. Considerado un poeta maldito, su influencia se ha dejado sentir entre
los poetas españoles del malditismo.
Libros de poesía
Libro de poemas (1921)
Poema del cante jondo
(1921)
Oda a Salvador Dalí
(1926)
Romancero gitano (1928)
Poeta en Nueva York
(1930)
Llanto por Ignacio
Sánchez Mejías (1935)
Seis poemas galegos
(1935)
Diván del Tamarit
(1936)
Sonetos del amor oscuro
(1936)
Teatro
El teatro de García
Lorca es, con el de Valle-Inclán, el de mayor importancia escrito en castellano
en el siglo XX. Es un teatro poético, en el sentido de que gira en torno a
símbolos medulares —la sangre, el cuchillo o la rosa—, de que se desarrolla en
espacios míticos o presenta un realismo trascendido, y de que, en fin, encara
problemas sustanciales del existir. El lenguaje, aprendido en Valle-Inclán, es
también poético. Sobre Lorca influyen también el drama modernista (de aquí
deriva el uso del verso), el teatro lopesco (evidente, por ejemplo, en el
empleo organizado de la canción popular), el calderoniano (desmesura trágica,
sentido de la alegoría) y la tradición de los títeres. La producción dramática
de Lorca puede ser agrupada en cuatro conjuntos: farsas, comedias
«irrepresentables» (según el autor), tragedias y dramas.
Entre las farsas,
escritas entre 1921 y 1928, destacan La
zapatera prodigiosa, en la que el ambiente andaluz sirve de soporte al
conflicto, cervantino, entre imaginación y realidad, y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, complejo ritual de
iniciación al amor, que anuncia los «dramas irrepresentables» de 1930 y 1931: El público y Así que pasen cinco años, sus dos obras más herméticas, son una
indagación en el hecho del teatro, la revolución y la presunta homosexualidad
—la primera— y una exploración —la segunda— en el ser humano y en el sentido
del vivir.
Consciente del éxito de
los dramas rurales poéticos, Lorca elabora las tragedias Bodas de sangre (1933) y Yerma
(1934), conjugación de mito, poesía y sustancia real.
Los problemas humanos
determinan los dramas. Así, el tema de la «solterona» española (Doña Rosita la
soltera, 1935), o el de la represión de la mujer y la intolerancia en La casa de Bernarda Alba (1936), para
muchos la obra maestra del autor.
Obras teatrales
El maleficio de la
mariposa (1921)
Mariana Pineda (1927)
La zapatera prodigiosa
(1930)
Retablillo de Don
Cristóbal (1930)
El público (1930)
Así que pasen cinco
años (1931)
Amor de don Perlimplín con
Belisa en su jardín (1933)
Bodas de sangre (1933)
Yerma (1934)
Doña Rosita la soltera
o el lenguaje de las flores (1935)
La casa de Bernarda
Alba (1936)
Comedia sin título
(inacabada) (1936)43
Prosa
Impresiones y paisajes
(1918)
Filmografía
Sobre la vida de Lorca
Federico García Lorca:
Asesinato en Granada (1976), documental de televisión dirigido por Humberto
López y Guerra producido por la televisión sueca TV1.
Lorca, muerte de un
poeta (1987), serie de televisión dirigida por Juan Antonio Bardem.
Muerte en Granada
(1997), dirigida por Marcos Zurinaga. El actor Andy García da vida al poeta.
Lorca (1998), dirigida
por Iñaki Elizalde.
La luz prodigiosa
(2003), dirigida por Miguel Hermoso.
Lorca. El mar deja de
moverse (2006), documental dirigido por Emilio Ruiz Barrachina.
Sin límites (Little
ashes) (2008), dirigida por Paul Morrison semibiográfico sobre las relaciones
entre Dalí, Lorca y Buñuel.
El deseo y la realidad
(2009), documental dirigido por Rafael Zarza y Fernando García de Canales.
Mudanza (2009),
dirigida por Pere Portabella.
Actores que lo han
interpretado
1987 - Nickolas Grace
en la serie Lorca, muerte de un poeta.
1991 - Nikolas Stefanov
en el telefilm Dali.
1996 - Andy García en
la película Muerte en Granada.
1998 - Miguel Bosé en
el cortometraje Lorca.
2001 - Adrià Collado,
en la película Buñuel y la mesa del rey Salomón.
2001 - Aparece en la
miniserie Viento del Pueblo: Miguel Hernández.
2002 - Carles Marti en
el telefilm Dalí, être Dieu.
2003 - Nino Manfredi en
la película La luz prodigiosa.
2006 - Jaume Najarro en
el cortometraje El Perro catalán.
2008 - Jaime Villanueva
en la miniserie Martes de carnaval.
2008 - Javier Beltrán,
en la película Sin límites.
2011 - Cristian Olave,
en el cortometraje Cartas de Lorca.
2011 - Jordi Llovet, en
el cortometraje Puño poético.
2012 - Pepe Cibrián
Campoy, en su obra Marica.
2013 - Álvaro Ovalle en
la película, Federico García Lorca Noir Despair.
2015 - Ángel Ruiz en el
8º episodio del El ministerio del tiempo.
2015 - Fran Perea en el
telefilm La Xirgu, l'actriu
2016 - Nacho Brande en
el musical teatral Mi princesa roja
Adaptaciones de su obra
Bodas de sangre (1938),
de Edmundo Guibourg.
Bodas de sangre (1981),
de Carlos Saura.
Nanas de espinas
(1982), espectáculo de Salvador Távora inspirado en Bodas de sangre.44
La casa de Bernarda
Alba (1982), de Mario Camus.
Proceso a Mariana
Pineda (1984), de Rafael Moreno Alba, serie de Televisión Española.
Viaje a la Luna (1998),
cortometraje de Frederic Amat.
Yerma (1998), de Pilar
Távora.
Yerma mater (2005),
espectáculo de Salvador Távora inspirado en Yerma.44
La novia (2015),
película dirigida por Paula Ortiz.
Óperas
In another five years
or so (1944), zarzuela de Paul Bowles sobre Así que pasen cinco años.
La zapatera prodigiosa
(1949), del compositor argentino Juan José Castro (1895–1968), estrenada en
Montevideo.
Bodas de sangre de Juan
José Castro (1952), Wolfgang Fortner (1957), Sándor Szokolay (1964), Nicola
LeFanu (1992)
Yerma, ópera de Paul
Bowles (1955), de Heitor Villa-Lobos(1955-1956, estrenada en 1971).
La casa de Bernarda
Alba, del catalán Miquel Ortega, de Aribert Reimann (1998/2000)
Ainadamar (2003), de Osvaldo
Golijov, estrenada en el Festival de Tanglewood.
Don Perlimplín ama a
Belisa en su jardín, de Wolfgang Fortner 1962, de Bruno Maderna (1962), de
Simon Holt (1998).
Quimera, de Hans-Jürgen
von Bose (1986).
Comedia sin título, de
Jan Müller-Wieland (1998).
El Público, de Mauricio
Sotelo (2014), estrenada en el Teatro Real el 24 de febrero de 2015.
Autorretrato para "Poeta en New York"
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